El “error” de Darío

con darioEste martes llego a la redacción del periódico luego de tres días alejado del mundo virtual y soy gratamente sorprendido con la noticia de que “el caso Darío” ha bajado sus revoluciones y parece que la sangre no va a llegar al río. Me entusiasma pensar que esto pudiera deberse, en parte, al apoyo que le hemos brindado sus “hermanos de armas” desde nuestros muros y blogs.

Sin embargo, hay un detalle que –con toda sinceridad y sin ningún tipo de cinismo– todavía no logro comprender y me gustaría que alguien me explicara. Incluso, me atrevería a pedir más: que se generara un debate al respecto.

Durante todos estos días de defensa a ultranza a Darío he leído como muchos amigos, colegas, blogueros en general, le han ofrecido su respaldo, sus manos, sus globos… pero algunos también se refieren a cierto “error”, a que “se equivocó”, a que “ahora te apoyamos pero luego te damos los cocotazos”.

Realmente es algo que me desconcierta, pues por mucho que he repasado una y otra vez el post no encuentro una letra que me convenza de que el Guajiro Ilustrado se comió el millo. Que está “fuerte” –como solemos decir cuando se aborda un tema polémico–, es verdad. Que sus argumentos pudieran ser debatibles, también. Que hizo más catarsis que un ejercicio objetivo de la crítica, quizás. Y así se podrían sacar muchas más conclusiones.

Pero que se equivocó no lo creo. No lo considero así porque aún no he leído ningún otro post, ni siquiera un comentario en Facebook, que rebata su postura. Y no me refiero a opiniones diferentes, sino a elementos sólidos que prueben que lo denunciado por él no es verdad.

De lo más cuestionable del texto, en mi opinión, pudiésemos analizar dos cosas. Lo primero, cuando sentencia que la escena que encierra la dichosa foto pudiera estar ocurriendo en cualquier Secundaria de La Habana. Incluso, leí un comentario que refuta completamente ese planteamiento.

Entonces me pregunto, ¿qué hay de erróneo en él? ¿Acaso para reproducir un video –ya sea pornográfico, deportivo, o una novela– lo único que se necesita no es la tecnología adecuada para ello? Y en efecto, en cualquier Secundaria de La Habana –o de Cuba– la hay. Y en efecto, todos sabemos que a la tecnología educativa no siempre –por desgracia– se le da el uso para el que se concibió.

Lo segundo que ha sido criticado es que Darío señala los bajos salarios que perciben los maestros como la causa de la conducta del docente. Es cierto que no es la única tesis para sustentar ese accionar, pues sé de muchos profesores que jamás comprometerían su dignidad así, además de que una parte de esta sociedad se encuentra sumida hace varios años en una crisis de valores que va más allá de tener cuatro pesos en el bolsillo. Pero que la mala economía es un factor que ha denigrado la educación cubana en los últimos tiempos, eso nadie lo puede cuestionar.

Más allá de entrar en si tenía razón en esto o en lo otro, de que si hubiese podido escribir el post de otra manera, creo que debemos partir del hecho de que es su criterio, su derecho a expresarse, lo que se ha puesto en tela de juicio, y eso, me disculpan, es lo único irreprochable en un individuo. Que se pueda estar de acuerdo o no con sus palabras y razonamientos es una cosa, pero decir que el post es una equivocación me parece demasiado.

Y olvídense de la foto, de si es falsa o no, de la fecha en que fue tomada. El hecho de que algo así sucediera –y lo pueda volver a hacer– es incuestionable, por muy esporádico que fuera. Y no por ello debemos hacernos los de la vista gorda. En este país se han hecho cosas peores que por ocultarlas u omitirlas más tarde nos han costado más caro.

Claro, en Cuba el concepto de “blog personal, un espacio para expresar ideas propias, hacer catarsis de vez en cuando, cuyo autor es el dueño y único señor”, pasa por muchas ecuaciones y logaritmos, entre las que el escaso acceso a internet es una de las variables constantes e inevitables.

Lo digo porque la mayoría de los cubanos con posibilidades de conectarse a la red de redes no lo hacen desde un ámbito privado, sino a través de una institución u organismo que se las brinda y para la cual trabajan –o al menos tributan de alguna forma.

Y como mismo –en teoría– estas Reflexiones no son sólo de Raúl, sino de Raúl, el periodista de Adelante –con toda la responsabilidad social y política que ello acarrea–; el Guajiro Ilustrado responde a los sitios donde Darío puede conectarse y a las instituciones a las que se debe. En este caso a la Universidad de La Habana, el mismo centro que le enseñó una determidada forma de hacer periodismo que tal vez entre en contradicción con el post. En pocas palabras: no muerdas la mano…

Por eso, más allá de estar a favor o en contra del post, de catalogarlo como un error, ya sea por los argumentos presentados o por el hecho en sí de sacar a la luz un tema “tabú”, lo que se debería respetar en todo momento y ante cualquier circunstancia es el derecho sacrosanto de expresarse libremente, siempre que se haga con toda la dignidad, la ética y la sinceridad posible, algo que –nuevamente, en mi opinión– Darío realiza desde el inicio hasta el final de su texto.

Siempre he sostenido que lo que más me agrada de la blogosfera cubana es la diversidad que la compone, desde todos los puntos de vista posibles. Mas si ahora nos ponemos a juzgar que un post es un error solo porque no nos gusta la forma en que se escribió, ese será el justo momento en que dejemos de respetar esa diversidad.

Reitero las palabras que escribí en Facebook hace unos días sobre el tema: ¿Acaso expresar libremente su opinión, de la manera honesta en que todos sabemos se expresa Darío, es un error? El post duele, sobre todo para todos los que queremos a este país y sabemos que cosas como estas nos dañan, pero no pienso que callárselas sea la solución. Llevábamos muchos años guardándonos cosas que a la larga nos han costado más. Yo te apoyo Darío, a ti y al post.

5 respuestas to “El “error” de Darío”

  1. «Blogosfera cubana», ¿hasta qué punto?…

  2. Quizá lo más que puedo decirte es gracias!, gracias por tomarte el tiempo de escribirlo y de venir a postear aún cuando estás liberado del trabajo. No sabes el ánimo que da que estés tú, y Grey, y Alber, y el Alejo tirando todo el tiempo… tener cerca a una caballería organizada y feroz, como en otros tiempos fuera igual el Camagüey jejejejejeje cada cual con su estilo, su forma, su manera de ver e interpretar las cosas, pero dispuestos a librar esta guerra de publicar a Cuba también y sobre todo por este agujero tibio que nos es WordPress. Por eso tenemos que defender ceñudamente nuestro derecho a la palabra, porque es nuestra arma. Un brazo fuerte, mi président 😉

  3. El mas grave problema de la censura en Cuba es el trueque de lo social a estatal. Esto es, que lo que debe servir a la sociedad y a ella pertenecer termina siendo una institucion estatal que responde a este. Y tenemos q en lugar del estado ser un facilitador, se convierte en una especie de propietario.
    De esta manera la censura cobra fuerza porque la sociedad pierde el manejo y los beneficios de las herramientas (las instituciones). Todo no esta perdido, podemos construir una nueva sociedad, pero debemos ser pretenciosos, atrevidos e irreverentes, no tenemos q pedir de favor lo q nos pertenece.

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