Frustraciones

Septiembre ya entra en su ocaso y todavía no encuentro las letras exactas para llenar este espacio con todo lo que me preocupa por estos días. A veces las ideas se te pierden cuando tienes muchas cosas que decir. En ocasiones las ganas de gritar o hacer catarsis te impiden articular dos pensamientos coherentes que logran dar la impresión de que uno no ha perdido algún tornillo… aún.

Si tuviera que buscar una sola palabra que describiera lo que ha sido este mes para mí, creo que frustración sería la más apropiada. Siempre me he considerado una persona de alma libre y a lo largo de mi existencia he intentado construir mi vida haciendo lo que me gusta, a base deseos e intereses propios y comunes, por más que algunas personas hayan intentado enrumbarla en otras direcciones.

Sin embargo, ahora parece que mi destino es preparme en una materia que no me interesa en lo absoluto y la cual no tengo ninguna intención de seguir abordando en el futuro. Es lo que pasa cuando a los de abajo le llegan orientaciones de arriba que lo obligan a desperdiciar dos meses y medio de su vida en algo insulso y suprefluo.

Pero no solo es este curso el que provoca la sequía de septiembre. Parece que los astros se alinieron para que, a la misma vez que llegara la non grata noticia del diplomado, también se divulgara que algunas deidades de la prensa en Cuba decidieron dejar fuera al equipo de Camagüey del próximo Torneo Nacional de Softbol del gremio, para el cual llevábamos más un año preparándonos.

Si en el mundo existe una droga terrenal que logra enajenarme más allá de una pantalla de televisor o una computadora -a través de un balón de fútbol o de básket-, Dios sabe que es el softbol, ese deporte manido que a los periodistas nos viene como anillo al dedo, ya sea por edad o exigencia física.

Claro, esto probablemente me interese solo a mí y a otros pocos más, pero entonces qué otra razón de ser tendría este blog si no es para publicar lo que se me antoje y de vez en cuando desnudar aquí las penas que me ofuscan del otro lado de este universo virtual.

He tenido varios post en la punta de la lengua por estos días, unas cuantas cuartillas que he borrado a la mitad, porque ninguna ha logrado perpetuar un rumbo fijo que la lleve por los caminos del entendimiento y no por la desilusión.

He querido hablar de mi madre y las nueve horas y media que nos separan, del mejor año de los cubanos en Grandes Ligas, he pretendido escribir sobre una enorme red de comercio digital al margen de la ley que pupula en las vidas de los cubanos… pero nada, a la mitad de la hoja todo se torna blanco nuevamente.

De vez en cuando se tiene que dejar a un lado a los demás y preocuparse por uno mismo, dejar de ayudar a los otros a entender el mundo y pedir que lo auxilien a comprender el de uno. Ahora solo les pido disculpas por la muela, quizás haya alguien que me entienda, otros espero algún día lo puedan hacer.