Primerísimas impresiones

frioLo confieso. Antes de viajar siempre soñé que llegaría a un planeta distinto, situado a años luz del mío. Es que se veía tan lejano y tan… imposible de alcanzar. Pero no, a pesar de los miles de kilómetros de distancia, puedo decir que siento a Cuba ahí, cerquita, como si nada hubiese cambiado.

Quizá sean los pocos días que llevo aquí, que aún no se acumulan lo suficiente para extrañar con  fuerza la tierra que dejé atrás. A lo mejor es la hiperconectividad que existe por doquier y me mantiene cerca a cada momento. Tal vez sea el amor de madre, y de tía y de tío, que de tan cubanísimos que son me hacen sentir como en casa. ¿Será el español que se sigue hablando dentro de estas paredes?

Mas sí se nota el cambio, pues este mundo no tiene nada que ver con alguno que haya experimentado antes. Ni Camagüey, La Habana, México, ni las películas, las fotos, los cuentos. Hay que estar aquí…

Y con mi perezoso vocabulario no me arriesgo a establecer una comparación, aunque igual no pienso que valga la pena, porque las salvedades se pueden imaginar, y no por reconocerlas tiene uno que perder el orgullo por lo suyo, ni mucho menos.

Canadá es diferente, aunque apenas lo conozco. Estas líneas nacen desde una localidad llamada Brampton, a 40 kilométros al oeste del down town de Toronto, la misma distancia aproximada que existe entre Camagüey y Florida. Sin embargo, el recorrido es puros high ways, semáforos y ciudad; cero campo.

Esta es una urbe cosmopolita –y al escribir la palabra me doy cuenta que es la primera vez que estoy totalmente consciente del significado de la misma. Al bajar del avión y ver a tanta gente de otros países me saltó una duda que después se convirtió en certeza.

Hasta aquí emigran personas de diversas partes del planeta, pero que rápidamente se adaptan a la forma de vida local, aunque siempre mantienen al pie de la letra sus costumbres y tradiciones.

Nunca imaginé que podría ver a tantos indios, musulmanes, chinos, canadienses, (y de muchas otras nacionalidades) convivir tan pacíficamente. En la Isla me decían que Toronto estaba lleno de cubanos, pero ¡qué va! El porciento es ínfimo en comparación con las comunidades que antes mencioné.

Ahí influye aquello de la transculturación, las sociedades de consumo, la globalización y esas otras explicaciones metatrancosas en las que no me voy a enredar.

Y el frío… ¡What the fuck, man! Este día de las madres amaneció con un sabroso ¡-1 grado! La puta hostia. Jamás mis canillas habían coqueteado con semejante brisa. Cinco minutos en el patio y los pelos de las piernas se vuelven escarcha. Por suerte, adentro la calefacción te defiende.

Pero al final, como siempre le digo a Ingrid, todo es una cuestión psicológica dentro de lo aguantable. Porque nosotros los cubanos con 20 grados ya nos creemos en el Polo Sur, mientras aquí esa temperatura es verano. Y después de todo, el frío –el de verdad- resulta un vacilón, porque no se suda, ni aparece ningún olor y a la ropa se le puede dar, incluso, segundas oportunidades.

Es más, estoy seguro de que más de un canadiense se salta la ducha con bastante frecuencia. Y qué conste que yo (todavía) no lo he hecho…

Hasta ahora esto es lo que se me ocurre contar, y sé que se me olvidan miles de cosas. Cada minuto que pasa es una vida para narrar, desde el diente de león al que después prometo dedicarle un post completo, hasta la barbecue, la Heineken y la lotería.

A veces tengo ganas de escribir, pero cuando enciendo la computadora se me abruman los pensamientos. Igual lo intento, y más tarde termino disfrutándolo, porque lo hago pensando en Cuba, en mi gente de todos los días, los colegas del Periódico, los socios del barrio, la familia…

Y eso me alegra, porque pensar en mi país me calienta por dentro, en medio de estas noches tan heladas.

6 respuestas to “Primerísimas impresiones”

  1. Muy buena croniquilla Raúl, capaz de reconocer lo bueno de ambas partes. Lástima que no podrás ser nuestra principal carta de triunfo en el juego de que te perderás este sábado de softboll que cuadró nuestro creyente manager Pimentel, contra COPEXTEL. Un saludo

    • Jaja Alex, asi que tenemos nuevo manager… Es que parece que tiene vacio de poder, lo unico que el Nuevo cargo no le da oficina pa el solo ni carros que administrar, al contrario, bastante gente malcriada con la que lidiar. Ya consegui un pelota de las buenas, vamos si aparecen mas y, sobretodo, baratas, porque aqui hay cada precios…. Un abrazo y saludos para todo el equipo.

  2. mirelys Says:

    Raul jajjaja Lo primero siempre la gente dice que hay cubanos donde quiera well I beg to different! No somos tantos en comparacion con las demas nacionalidades, del frio bueno que le vas a hacer ven a Tampa para que te derritas con mis 32 grados, y de Cuba ella es el peor virus se te mete en el ❤ y no hay cura…. Un besote

  3. Espero otras miles de historia. Para empezar, esta me gustó mucho.

    • Gracias sus, de verdad q hay miles para contar, lo q pasa es q a veces no m alcanza el tiempo, Ayer Mismo m acoste a las 2 escribiendo esta, pero no t preocupes q vendran mas. BESOS miles pa todos por alla

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